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Celebrando con Vinos Espumantes

El corcho volando por los aires y la subsiguiente lluvia de burbujas es sinónimo de celebraciones en todo el mundo. Y que mejor época para celebrar con un buen espumante que durante las fechas decembrinas.

El espumante más conocido y apreciado del mundo es que se elabora en la región francesa de Champaña, a unos 120 km al este de Paris. Los vinos espumantes de la región son los únicos que por la ley de la denominación de origen pueden ser llamados Champaña. Los españoles llaman a sus espumantes Cava, los cuales no se deben confundir con los Proseccos italianos, en cuyo caso se conocen con el nombre de la vid con la que se elaboran.

Las champañas son vinos jóvenes hechos para beberlos pronto. Son buenos hasta para el desayuno o para el postre, así que usted solo tiene que escoger con quien desea compartirlo. Se sirven fríos (6 a 8 grados C) en copas tipo flautas bien limpias para así poder apreciar el tenue collar de burbujas finas que se forma al momento que estas suben a la superficie. Las burbujas finas y de ascenso constante son prueba de que a este vino no se le ha agregado gas carbónico, el cual produce unas burbujas gordas y algo desordenadas.  

El monje que se bebió las estrellas
A finales del 1600, un monje benedictino que administraba las cavas y la producción de vinos descubrió que había pequeñas burbujas en su vino favorito, cosa que atribuyó a un error en su elaboración. Este monje era Dom Pierre Pérignon, quien trato de evitar que eso volviera a ocurrir. Sin embargo el monje se dio cuenta que tenía algo excepcional entre manos.

Las burbujas resultan de un proceso natural debido al clima fresco de la zona y a la corta temporada de crecimiento de la uva; que se cosecha en los últimos días de otoño para que así tenga un alto contenido de azucares que las levaduras no llegan a convertir en alcohol.
Temiendo una explosión en la bodega, Dom Pérignon reemplaza los tapones de madera y cáñamo sumido en aceite por los tapones españoles de alcornoque, también cambia las botellas por unas inglesas más resistentes.

 De este modo llega a controlar la segunda fermentación y es así como logra que las burbujas perduren y su apreciado vino se convirtió en espumante. Al probarlo, el monje exclamo que se estaba bebiendo las estrellas.

 Que tipo y para que ocasión
Las champañas, o espumantes, vienen en varios tipos y, básicamente la diferencia radica en la cantidad de azúcar que contengan. Es así que vemos la Extra Brut y la Brut, son más secas y contienen mucho menos azúcar que las Demi Sec. También están unos vinos con altos contenidos de azúcar como son el Doux y Moscato.

Hoy en día no es necesario esperar a grandes ocasiones para degustar un buen espumante ya que este se puede beber durante una comida completa. Es buen conciliador con comidas con picantes, aderezos ácidos o muy especiados. Es excelente para limpiar el paladar cuando se consumen alimentos untuosos que cubren la boca.

Si usted es de los no puede concebir un postre sin chocolate, no hay nada mas delicioso que servir un mousse de chocolate, o bombones de chocolate negro, con una copa de un Demi Sec bien frío. ¡Salud!

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