Ir al contenido principal

Mañana Dominguera en Caracas




Tenía tiempo que no salía un domingo a golpe de 11 a.m. a disfrutar un desayuno con un buen amigo. Iván Avendaño fue el responsable por reconectarme con la movida dominguera del caraqueño clase media, y del sifrino coprófago que, por desgracia, también pulula por las calles de mi bella y dislocada ciudad.

Esa mañana la comenzamos con un desayuno en la Saint Honore, por que a Iván le encantan los huevos a la benedictina que preparan ahí, Por mi parte, paso y gano, mi desayuno, (Opción #2 huevos con pavo) fue lo mas feo y maluco que haya probado en mi vida. Pura fama, aquí lo único que sirve aquí son las tortas, panes, dulces y la lasaña vegetariana.

Mientras esperaba a Iván, me llamó la atención todo lo que pasaba a mí alrededor, la conversación constante sobre temas diversos: la casa, los maridos, con quien sales, como están los muchachos, etc. En eso reparo que alguien esta barriendo el piso, y ahí entre migas de pan, servilletas descartadas, y sucio en general, se barrían las aspiraciones a la alcaldía, volantes de un par de pre-canditatos se mezclaban tristemente con la basura.

Afuera, un par de sonrientes señoras, algo determinadas en explicar el plan de gobierno de alguien, reparten volantes a diestra y siniestra a todo el que pasa. Unos terminan en el piso de la panadería, otros en los cestos, matas, o donde sea, sin que se les de mas de un segundo de atención.

Y es que no puede ser para menos… a quien le interesa el proyecto de un extraño un domingo en la mañana cuando lo que uno quiere es terminar la semana en paz, con la barriguita llena, un café humeante y la compañía de amigos y familiares. La política déjenla fuera de la comida.

Luego nos fuimos a Las Mercedes a la Galería Okyo a admirar el trabajo del fotógrafo Ricardo Parra, cuyas imágenes de contrastes entre colores y texturas en edificaciones, arrancaron Oohs y Aahs de más de un visitante. De ahí para la Galería Freites, luego la D’Museo, y ya paseando por la principal vimos la caravana de Gerardo Blyde haciendo su respectiva bulla electoral.

Estas son las mañanas domingueras que nos esperan de aquí a noviembre: desayuno con bulla y café aromatizado de política.

Comentarios

Lo más leído

Desde su casa, aprenda el dulce negocio de NESTLÉ

Kreisel: Juguetes que hasta los grandes desean

¿Qué vino pido con el sushi?