El costo asociado a los desastres climáticos está en aumento, pero un informe gubernamental de Estados Unidos no solo alerta sobre los riesgos del calentamiento global, sino que también destaca soluciones rentables disponibles en la actualidad.
Por Johani Carolina Ponce / Huella Zero
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El día después del paso del Huracán María por Puerto Rico. Foto tomada de Huella Zero/Shutterstock. |
Casi todos los aspectos fundamentales de la vida estadounidense, desde la alimentación hasta la seguridad, el patrimonio cultural y la prosperidad económica, están bajo una amenaza creciente debido al cambio climático.
El informe gubernamental, conocido como la Evaluación Nacional del Clima, revela que es prácticamente tarde para evitar que muchos de los daños empeoren en la próxima década.
El calentamiento global, impulsado mayormente por la quema de petróleo, gas y carbón, está elevando las temperaturas promedio en Estados Unidos más rápidamente que en el resto del planeta. Este informe, la quinta evaluación de su tipo, destaca cómo el cambio climático impacta directamente en la vida diaria de los estadounidenses, tanto en el presente como en el futuro.
Los efectos en la salud son evidentes, con un aumento en enfermedades y muertes debido al calor extremo, sequías y otros eventos climáticos impulsados por el ser humano. Además, el informe subraya que el país ha experimentado un récord de 25 desastres climáticos de mil millones de dólares en lo que va del año, muchos de ellos agravados por el clima más cálido.
El presidente Biden, calificando al cambio climático como "la amenaza última para la humanidad", compartió el informe en detalle con el pueblo estadounidense.
El informe destaca que, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos disminuyeron en un 12% entre 2005 y 2019, aún se reducen lentamente. Sin embargo, señala que ya existen herramientas y tecnologías rentables para reducir significativamente la contribución del país al calentamiento global.
A pesar de estas oportunidades, el informe concluye que los esfuerzos actuales son en su mayoría "incrementales"; en lugar de "transformadores". Se hace un llamado a la necesidad de cambios más profundos en la forma en que los estadounidenses trabajan, manejan sus entornos y se mueven para ser resilientes a las condiciones climáticas cada vez más extremas.
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