Hasta la ceremonia de los Premios de la Academia sufrió la pérdida de audiencia como consecuencia de un año de pandemia, la cual cayó a un récord histórico de 9.8 millones de espectadores el pasado domingo 25 de abril de 2021, según los datos de la agencia Nielsen.
Para nadie es secreto
que la industria del cine, al igual que otros rubros de entretenimiento han
sido duramente castigados por la pandemia, la cuarentena y el distanciamiento
social. Así que era de esperarse que los Oscars de este año no fueran gran cosa
ya que sin salas de cine por un año, producciones canceladas o pospuestas ¿qué
se podía esperar?
Y eso sin contar con que, a diferencia de otras ceremonias de premiación, como los Globos de Oro, esta edición 93 del Oscar se promocionó como que sería presencial hasta cierto punto porque sería hecha no en el Hollywood Dolby Theater si no en Los Angeles Union Station. Lo cierto es que el show de la Academia, muchas veces criticado por diversas razones de inclusión social, fue lo más aburrido que he visto en años, sin música, sin clips de las películas o fotos, nada. Era una cena televisada con gente bien vestida y Laura Dern disfrazada de avestruz.
Pero, volvamos a los números que no mienten. Desde el 2015 la audiencia del Oscar viene en caída, a excepción del 2019 cuando la audiencia creció en tres millones. Sin embargo el pasado 25 de abril, la ceremonia que este año fue televisada por la cadena de TV nacional ABC (en años pasados la transmisión había sido por la NBC), cayó de 23.6 millones de televidentes en el 2020 a solo 9.85, un descenso (en un ascensor sin freno) de 58 por ciento.
Si se compara con el 2010 cuando el show tuvo una audiencia de más de 40 millones, según los datos compilados por Niall McCarthy de Statista.com, las cifras evidencian el desinterés del público por esta premiación en particular.
Los factores a los que se le achacan la vertiginosa caída de la teleaudiencia son, principalmente, para el 2020: fue hecho en una fecha más temprana y falta de diversidad racial entre los nominados y ganadores. Este año, el Covid-19, las salas de cine cerradas, la falta de películas taquilleras, la poca familiarización con el line-up de películas y la nueva locación han contribuido al desplome de los ratings. Yo incluiría la producción sin anfitrión, sin música en vivo, sin clips también fue la causa de que muchos televidentes, como yo, cambiáramos el canal.
La tapa del frasco fue cuando se anunció el que el Oscar al Mejor Actor no había sido el difunto Chadwick Boseman, por su actuación en La Madre del Blues (Ma Rainy’s Black Bottom), sino el gran actor galés Anthony Hopkins por su actuación en The Father. Como muchos, no he tenido la oportunidad de ver ninguna de las dos, lo cierto es que en Hollywood hay muy pocos (contados con una sola mano) actores o actrices de color que se hayan llevado el galardón de Mejor Actor/Actriz, Boseman, de haber ganado, hubiese sido el quinto en haberlo logrado.
La sorpresa de que no ganara Boseman y que causó una protesta entre los asistentes, empañó un poco la entrega del premio a Hopkins, quien de paso se convirtió en la persona de mayor edad (83 años) en ganar Mejor Actor. Hopkins, quien no estaba presente para recibir el premio, como todo un caballero, rindió honores al difunto Boseman elogiando sus logros y diciendo que “nos lo quitaron demasiado pronto”.
El recientemente fallecido Christopher Plummer tenía el récord del actor de mayor edad en ganarse el premio al Mejor Actor a sus 82 años con la película Beginners.
Ya se verá qué se van a inventar los productores de diferentes premios y asociaciones del cine, la televisión y la música para el próximo año.
Comentarios