Ir al contenido principal

Feliz 2018 con o sin rituales

En esta época del año sale más de una bruja y pitoniso desubicados a darnos consejos para recibir el Nuevo Año.... Que si bañarse con pétalos de rosas rojas y canela, que si prender velas de colores, que si lanzar globos con deseos (tan peligrosos como los cohetones esos que llaman matasuegra).

Las uvas y las doce campanadas y brindar con un vino espumoso son dos de los rituales más comunes.

En lo personal los rituales que practico para recibir el año son los que disfrutamos en familia, como el de las 12 uvas con las 12 campanadas; o el de salir a andar por la cuadra con las maletas para augurar muchos viajes en el próximo año.

En la página web Mujercountry.biz hay una lista corte y que explica cada ritual tradicional y lo qué se espera de este. Si hace click en el nombre puede leerlo y divertirse o coger ideas.

A la hora de la verdad, el mejor ritual es el que uno le pone su granito de fe, ya sea por ser optimista, por dejarse llevar por la locura del momento o, simplemente, porque no hay nada más que hacer.

Yo lo que si hago seguro es tratar de tener la casa lo más limpia posible, y como he aprendido una cosa o dos de mis amigos puertoriqueños, saco un valde de agua y lo boto para afuera a las 12 de la noche. Eso es símbolo de que se está botando lo malo del año que se va... bueno ojalá la cosa fuera así de fácil.

Con o sin rituales lo que vale la pena de estas fechas es pasarlas en compañía de gente a la que se quiere, es tener fe que todo lo que se renueva traerá nuevas alegrías, retos, amores, amistades, empleos, etc. Si se tiene fe en uno mismo y en Dios, no hay ritual que falle porque algo bueno seguro que está reservado para cada uno de nosotros en algún momento del año que comienza.



Yo de todos modos ya alisté mis sábanas limpias, mis maletas, las monedas extranjeras y las doce uvas... Ahora a ver si me queda tiempo de darle el feliz año a mis seres queridos.

Para todos uds. reciban un muy Feliz Año 2018. 

Comentarios

Lo más leído

Desde su casa, aprenda el dulce negocio de NESTLÉ

Kreisel: Juguetes que hasta los grandes desean

¿Qué vino pido con el sushi?