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Los Brujos de Chávez: Un libro que explica el legado macabro del Insepulto


Ayer fui a la presentación del libro de David Placer, Los brujos de Chávez, de Editorial Sarrapia. Debo aceptar que acudí más por curiosidad morbosa sobre el esoterismo político que por el hecho de presentar el libro en Estados Unidos.
DAVID PLACER nos habla sobre su libro Los Brujos de Chávez y de lo que encontró.
Fotos: Cira Apitz

No solo me sorprendió que el autor es un joven colega al que conocí durante sus inicios en periodismo, cosa que no registré al principio sino que hasta que David me saludó con un gesto de agradable sorpresa y con nombre y apellido. Qué pena…. No lo reconocí de primera…. Yo me esperaba a un señor entrado en años – no había visto fotos del autor pero sí había escuchado y leído un par de entrevistas –. Me apenó aún más que se le notó un poco decepcionado al confesarle que de momento no lo reconocía.


David Placer, Cira Apitz y Claudio Fernández
Pero cónchale David … ¿cómo te iba a reconocer de una si han pasado un bojote de años de que te vi por última vez y de paso ya tienes barba y hasta canitas?!! Subsanado el desconocimiento temporal, nos volvimos a tratar como si nunca nos hubiésemos dejado de ver. 

Hoy pienso en lo que se dijo durante la presentación…. Mejor dicho en lo que no dijo el santero cubano, (no sé si es babalao) Carlos Valdez, quien fuera uno de los santeros de Chávez y contribuyó a la investigación con su testimonio. Y dicho sea de paso, está muy contento de haberlo hecho.

Valdéz ante todo se lamentó de que se le echara la culpa a la religión Yoruba, que es el nombre correcto de la Santería. Admitió que los Castros llenaron a Venezuela de brujos, al ex mandatario lo rodearon de babalaos espías que se encargaban de seguir la manipulación a distancia que hacía Fidel Castro del militar supersticioso de Sabaneta.

Me dio la impresión que a Valdez le molestó la remoción de objetos e imágenes de Santería de los predios de la Asamblea, dejó flotando y sin decir, pero la cara lo delató, una crítica al actual presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, por haberse decidido limpiar todo vestigio del culto al Insepulto ex presidente y a las deidades que éste veneraba. Dijo algo así como ahora los dueños de la casa son católicos y están en su derecho si los quieren sacar.
Lo que no dijo en palabras fue: Allá ellos con eso  y con lo que les pueda pasar. Pues no va a pasar nada Sr. Valdez, lo malo pasaba cuando los acólitos del Insepulto trabajaban ahí; como por ejemplo, la actual primera dama Cilia Flores; la ministra de los Pranes Iris Varela La Fosforito, los difuntos Luis Tascón y Carlos Escarrá, entre otras joyas del chavismo. Con esos nefastos personajes basta para tener mala suerte de por vida y se amerita la limpieza profunda del recinto legislativo. Que por cierto no era la morada de Chávez y como usted mismo dijo: los santos están en la casa de quien los tiene.

Pero pasemos a Chávez, sus creencias y este libro.

Hugo Chávez no hacía nada sin consultar una bruja, cartas, etc. El libro inicia con el vaticinio de Cristina que le dice que se muere antes de los 60, también le dijo que sería presidente y que antes de serlo estaría preso. La bruja también fue parte de la conspiración del golpe de estado del 4 de febrero de 1992.

Es difícil no volverse adicto a esto cuando tales predicciones son hechas y el hombre ve que se van cumpliendo. Está en la naturaleza humana querer saber el futuro y poder controlarlo y nada mas controlador que un militar.
De Fidel Castro siempre se ha dicho que es un zorro astuto, y supo aprovechar las debilidades y supersticiones de Chávez, un hombre inseguro al que le hacía falta la adulación y sumisión de sus congéneres.

Según Valdez, Chávez fue un tonto útil (eso ya lo sabíamos) y Fidel Castro descubrió su debilidad por la brujería y se aprovechó para manipularlo a través de ésta. Chávez reconocía que Cuba era una dictadura, pero su visión fue cambiando con cada visita y cada llamada de consulta que le hacía al isleño tirano. “Después de su primera visita a Cuba, donde fue mimado por el entonces presidente cubano, la percepción de Hugo Chávez sobre el régimen de aquel país fue cambiando.  Y no solo en sus convicciones políticas sino también en sus creencias más íntimas”, se lee en las páginas 108 y 109.

David hizo más de 60 entrevistas, leyó cartas y hasta el diario de Chávez. El resultado está en estas 259 páginas.  El libro, como tal está bien escrito, es interesante, atrapa al lector y es difícil dejar un capítulo a medio leer.

Las revelaciones que contiene en parte dan rabia, otras son una confirmación de lo que se creía y rumoraba y otras son espeluznantes. Hay que tener sangre fría y buen discernimiento para echar este cuento sin aburrir al  lector y sin ser la voz de la oposición, si no solo la del narrador. Y como me dice en la dedicatoria, que espera que su libro me enseñe a ver a Chávez desde otra óptica: si pues ahora es un fantasma que nos sigue espantando; y que mientras más sabemos de su vida íntima y de las razones o motivos que pudo haber tenido para hacer algo pudo ser manipulado por un santero espía… pues no me sorprende que Venezuela viva hoy dentro de una película de horror donde los zombies mandan y la matazón indiscriminada puede que sea otra macabra ofrenda a una deidad palera.
Que Dios nos agarre confesados.

Buen trabajo David, pero para las próximas ediciones incluye fotos.

Si quieren ver imágenes relacionadas con la investigación hecha para este libro vayan a este enlace http://www.economiadigital.es/es/los-brujos-de-chavez.php

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