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Yo también tengo un sueño


Medio siglo ha pasado desde que el Dr. Martin Luther King Jr. compartiera con el país y con el mundo un sueño que él tenía. 

Desde entonces se puede decir que la vida en los Estados Unidos cambió, mejoró, para millones de personas de color que hasta ese entonces eran considerados como ciudadanos de tercera. 

Eso fue en 1963 y para este 28 de agosto de 2013 no podemos decir que se ha eliminado el racismo o la segregación. Estos estados de egoísmo espiritual están aun muy presentes dentro de la sociedad norteamericana, no que todos lo sean, pero si hay bastantes y lo peor es que tienen representación formal en Washington.

Ya el racismo no solo va de blancos a negros, sino al revés. Además hay un tercer grupo que es discriminado por ambos: los hispanos.
Esta vez los ciudadanos considerados de tercera o cuarta, o peor ni siquiera ciudadanos sino parásitos y antisociales son los que han llegado a este país y se han quedado ilegalmente; también buscando un sueño. Muchos son latinoamericanos pero no todos, pero la tendencia aquí es a señalar por nacionalidades empezando por los hermanos mexicanos.

La cosa que si eres un rubio-ojos-azules no te van a mirar dos veces. Es que hoy en día tambien hay mejores inmigrantes indocumentados que otros.

No digo que todo inmigrante que se quedó sin formalizar su situación sea un santo, pero tampoco puedo decir que la mayoría son malas personas.

Cinco décadas después de la Marcha a Washington donde MLK arengara al pueblo y al gobierno por la igualdad social, somos los Hispanos los que clamamos por que la igualdad y la justicia se materialicen en una Reforma Migratoria justa para todos aquellos con un estado migratorio irregular. 


Que a los llamados "Soñadores" se les abran las puertas, sin prejuicios, en las universidades y colegios para que estudien y aporten sus talentos al único país que han conocido como suyo.

Esperemos que no pase otro medio siglo para lograr el reconocimiento e igualdad para los que hoy en día son vilipendiados por el solo hecho de haber venido del sur del continente, y de no tener "papeles".

Yo también tengo un sueño!

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