“El único patrimonio del periodista es su buen nombre. Cada vez que se firma un artículo insuficiente o infiel a la propia conciencia, se pierde parte de ese patrimonio, o todo”. Decálogo del Periodista. Tomás Eloy Martínez Parafraseando a Tomás Eloy Martínez, se puede afirmar que actualmente en la mayoría de los países de América Latina, ya no se trata del riesgo de escribir una nota y perder el buen nombre, el periodista puede perder la vida, como ha sucedido en México; ir a parar a una cárcel por solo ejercer su profesión, como sucede en Venezuela, en el caso de los corresponsales de NTN24, “pueden desaparecerse” por algunos días y luego presentarse “resguardados por la autoridad militar de Apure”, sólo por cumplir con el deber de informar al público sobre lo que está pasando, su vida y seguridad siempre están en riesgos. Apelando al informe del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, IPYS Venezuela, publicado recientemente, se contabilizaron 374 incidencias...
Un poco de todo y para todos.