De las tierras mendocinas se ha producido un vino blanco, frutal y de buena acidez que va muy bien con los complejos y variados sabores que integran una comida japonesa con sushi, sashimi, unagui, soya, wasabe, wakame, tempura y jengibre. Este vino, llamado Oroya, es producido por la conocida bodega Freixenet y esta hecho de una mezcla de las cepas Torrontés y Pinot Noir. Se casa muy bien con el fuerte sabor del wasabe que le saca todas las notas florales y frutales al torrontes, y también con los sashimis de salmón remojados en la mezcla de soya y wasabe. El nombre Oroya no fue escogido al azar. Una Oroya es una especie de cesto de mercado que se usaba antiguamente, y en este se deposita todo lo que uno encuentra. Pues como verán, es algo parecido a este matrimonio de Vino y Sushi, es casi como decir que uno esta experimentando el Melting Pot a su máxima expresión: el torrontés argentino, el pinot noir de origen francés mezclado con todos esos ingredientes frescos que conforman el su
Un poco de todo y para todos.