La Slow Cooker de Hamilton Beach es una olla eléctrica con recipiente de cerámica que ayuda a cualquiera con una agenda a reventar y una familia que alimentar. Como su nombre lo dice este aparato cocinara sus alimentos lentamente.¿Qué tan lentamente? Bueno eso lo elige usted al escoger la temperatura y de acuerdo a su tiempo. La presentación la hicieron en el restaurante Yakitori del CC Millenium Mall donde sus chefs no solo nos dieron a degustar un gustoso pollo que habían cocinado desde la noche anterior si no que también nos regalaron una degustación de su menú habitual, el cual comentare en nota aparte.
Puede cocinar un pollo completo o en trozos en cuatro, cinco, ocho y hasta diez horas. Lo que permite que la ponga en la mañana antes de irse al trabajo o a sus diligencias y cuando regrese tendrá su comidita lista para servir.
No necesita ponerle agua como a la olla de presión, y ni se le ocurra compararla tampoco. Cocina desde el plato principal hasta los contornos, eso depende de que tanto quiera usted que le cocine. A mi personalmente me gusta hacer el arroz de manera tradicional, ni siquiera uso la arrocera, pero si reconozco que estas ollas son de gran utilidad para quienes llevan un estilo de vida complicado y que no siempre pueden dedicarle tiempo a la cocina.
Hamilton Beach las trae por primera vez al país, como lo explica su representante en Venezuela Francisco García Seijas, gerente general de Corporación Hogar Center y distribuidores de la marca en el país. Aunque en países como Estados Unidos estas son ampliamente conocidas desde por lo menos cuatro décadas.
Las versiones modernas son de acero por fuera y con recipiente de cerámica removible para facilitar su limpieza. Viene en dos versiones: Programable y Transportable; aunque igualito ambas son intrínsecamente programables una vez que usted seleccione el tiempo y temperatura de cocción. La única diferencia es que la Programable se apaga sola. Vienen con un amplio recetario asequible desde la página Web de http://www.hamiltonbeach.com/ donde usted encontrara no solo recetas para elaborar pollos, carne y pescados sino postres y bebidas.
La Transportable tiene unas asas a presión que fijan la tapa con empacadura al recipiente y hace posible que usted agarre su olla y se la lleve en el carro sin miedo a derrames.
El precio en el mercado venezolano oscilara entre BsF. 450 y 500.
Puede cocinar un pollo completo o en trozos en cuatro, cinco, ocho y hasta diez horas. Lo que permite que la ponga en la mañana antes de irse al trabajo o a sus diligencias y cuando regrese tendrá su comidita lista para servir.
No necesita ponerle agua como a la olla de presión, y ni se le ocurra compararla tampoco. Cocina desde el plato principal hasta los contornos, eso depende de que tanto quiera usted que le cocine. A mi personalmente me gusta hacer el arroz de manera tradicional, ni siquiera uso la arrocera, pero si reconozco que estas ollas son de gran utilidad para quienes llevan un estilo de vida complicado y que no siempre pueden dedicarle tiempo a la cocina.
Hamilton Beach las trae por primera vez al país, como lo explica su representante en Venezuela Francisco García Seijas, gerente general de Corporación Hogar Center y distribuidores de la marca en el país. Aunque en países como Estados Unidos estas son ampliamente conocidas desde por lo menos cuatro décadas.
Las versiones modernas son de acero por fuera y con recipiente de cerámica removible para facilitar su limpieza. Viene en dos versiones: Programable y Transportable; aunque igualito ambas son intrínsecamente programables una vez que usted seleccione el tiempo y temperatura de cocción. La única diferencia es que la Programable se apaga sola. Vienen con un amplio recetario asequible desde la página Web de http://www.hamiltonbeach.com/ donde usted encontrara no solo recetas para elaborar pollos, carne y pescados sino postres y bebidas.
La Transportable tiene unas asas a presión que fijan la tapa con empacadura al recipiente y hace posible que usted agarre su olla y se la lleve en el carro sin miedo a derrames.
El precio en el mercado venezolano oscilara entre BsF. 450 y 500.
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