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Mostrando entradas de mayo, 2008

Si Jorge Giordani dormía, El Troudi sueña

Aunque peque de anti-árabe y caiga en lo que tradicionalmente se ha hecho parte del repertorio de chistes que tienen su origen en la legendaria pichirrez de los hombres de esta comunidad, al Harmano El Troudi, el Fraudi como le dice la Bicha, no puede menos que aplicársele aquel viejo chiste del hijo que le pregunta al padre que si puede ver la tele y éste le responde que ‘Buede verla pero no brenderla.’ Baisano Ministro el Troudi, ¿de donde saca usted que dos sueldos mínimos alcanzan para que cinco miembros de una familia coman y ¡hasta ahorren!? Muéstrenos de que están hechas estas tres comidas diarias (más merienda de seguro a punta de CestaTicket en la cantina) de estos cinco miembros. ¿Será que usted pretende que estos cinco venezolanos se alimenten a punta de pan con Coca-Cola, como se alimentaron sus antecesores en este país cuando estaban construyéndoles un futuro a hijos que como usted hoy viven bien y no precisamente con sueldos básicos? Dígame usted, Baisano el Fraudi –si, e

!Ay! Que fastidio leer en español

Este desafortunado comentario merece una entrada aparte en este espacio. ¿Por qué? Por que escucharlo me inspiró varias cosas, pero al final solo sonreí y lo mire desde el oscuro cristal de mis antojos y pensé que no valía la pena contestarle la frase que repitió varias veces, mirándome, quizás queriendo cazar controversia o buscando apoyo a semejante burrada. Estaba con unos amigos, copa de vino blanco en mano, en la Galería Okyo, un caluroso domingo al mediodía. Alegremente comentando la exhibición de fotografías de Ricardo Parra, cuando aparecen un par de tipos cuarentones… bueno, imagíneselo canoso en bluejean y camisa blanca. Saludan, me los presentan, surge la charla casual, pero uno de los susodichos aprovecha para recomendar el libro de su hermana, durante una conversación que fue más o menos así: Sabes que te recomiendo el libro de mi hermana, está muy bueno! Aunque es en español, y tú sabes que a mi me fastidia leer en español. Pero, tú sabes, no es por que sea de mi hermana,

Mañana Dominguera en Caracas

Tenía tiempo que no salía un domingo a golpe de 11 a.m. a disfrutar un desayuno con un buen amigo. Iván Avendaño fue el responsable por reconectarme con la movida dominguera del caraqueño clase media, y del sifrino coprófago que, por desgracia, también pulula por las calles de mi bella y dislocada ciudad. Esa mañana la comenzamos con un desayuno en la Saint Honore, por que a Iván le encantan los huevos a la benedictina que preparan ahí, Por mi parte, paso y gano, mi desayuno, (Opción #2 huevos con pavo) fue lo mas feo y maluco que haya probado en mi vida. Pura fama, aquí lo único que sirve aquí son las tortas, panes, dulces y la lasaña vegetariana. Mientras esperaba a Iván, me llamó la atención todo lo que pasaba a mí alrededor, la conversación constante sobre temas diversos: la casa, los maridos, con quien sales, como están los muchachos, etc. En eso reparo que alguien esta barriendo el piso, y ahí entre migas de pan, servilletas descartadas, y sucio en general, se barrían las aspirac